(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 17 de Diciembre de 2011)
La epilepsia del lóbulo temporal se asocia con
deterioro cognitivo. La alteración en el procesamiento de la memoria a
largo a plazo, ha sido durante muchos tiempo considerada como un sello
distintivo de lesión de las estructuras del lóbulo temporal. Desde 1992,
se considera que el lóbulo frontal tiene también repercusiones en el
procesamiento de la memoria a largo plazo. Los lóbulos frontales
soportan procesos cognitivos de alto nivel que incluyen las habilidades
directivas y de memoria. La memoria de trabajo y almacenamiento de la
información se produce en los lóbulos temporales, esta es una de las
primeras etapas en el desarrollo cognitivo, de forma que lesiones a este
nivel pueden tener una gran repercusión sobre el desarrollo cognitivo
posterior y actividades diarias básicas. Muchas investigaciones se han
llevado a cabo sobre la memoria de trabajo, identificándose dos
subsistemas, el bucle fonológico para el almacenamiento y procesamiento
de la información verbal y el bucle visual-espacial para el
procesamiento de la información no verbal.
Un tercer subsistema,
el buffer episódico,
es el responsable de la
vinculación y almacenamiento de información a
través de dominios en una representación
multimodal, y
vincula el sistema de memoria
de trabajo con el sistema de memoria episódica.
Los
subsistemas de memoria de
trabajo son coordinados por un ejecutivo
central, responsable de
enlazar la información de e múltiples fuentes,
con el fin de controlar y regular
los procesos cognitivos superiores
(Fig. 1). El presunto
intercambio bidireccional
entre estos sistemas indica un papel crucial
de las vías
fronto-temporales en la
memoria de trabajo. Diversos trastornos psiquiátricos y
neurodegenerativos que implican al lóbulo temporal implican de forma
habitual procesos del lóbulo frontal. En la esquizofrenia la disfunción
ejecutiva se ha asociado con alteraciones en la conectividad
frontotemporal. La función del lóbulo frontal en la epilepsia del lóbulo
temporal ha recibido escasa atención. En el momento actual se debate
sobre si la epilepsia del lóbulo temporal es consecuencia de la
actividad crítica del propio lóbulo temporal o de la propagación de la
actividad epiléptica desde zonas del lóbulo frontal al lóbulo temporal.
En
J. Stretton and P. J. Thompson. Frontal lobe
function in temporal lobe epilepsy. Epilepsy Research 98
(1):1-13, 2012; se revisa la evidencia sobre el papel del
lóbulo frontal en la epilepsia del lóbulo temporal, centrándose en la
función ejecutiva y la memora de trabajo.
Los trastornos neuropsicológicos forman parte
importante de las comorbilidades de la epilepsia crónica. La descripción
de los síndromes de epilepsia focal inciden en la relación entre la
región epiloptogénica primaria y el correspondiente trastorno cognitivo,
así en la epilepsia del lóbulo temporal se incide en el trastorno de la
memoria episódica y en los focos frontales en los trastornos de la
función ejecutiva. 44% de los pacientes con epilepsia del lóbulo
temporal pueden presentar disfunción ejecutiva relevante, lo que
siguiere que la actividad epiléptica puede propagarse en estos pacientes
hacia áreas relevantes del lóbulo frontal. En contraste con esta
hipótesis, algunos autores sugieren que la esclerosis del hipocampo
asociada a epilepsia del lóbulo temporal, origina mayores errores en los
test de trabajo que la epilepsia del lóbulo frontal o la epilepsia del
lóbulo temporal sin esclerosis de hipocampo. Se sugiere que la memoria
de trabajo resulta fundamental para completar con éxito las tareas. Los
autores sugieren que los pacientes con esclerosis del hipocampo tienen
dificultades para formar nuevas asociaciones y almacenar nueva
información, dos tareas básicas para ejecutar cualquier tarea.
Algunos estudios de neuroimagen han evaluado la
relación existente entre función ejecutiva y epilepsia del lóbulo
temporal. Se observo hipometabolismo prefrontal asimétrico en 26% de los
pacientes con epilepsia del lóbulo temporal que se relacionaba con una
disminución del rendimiento en los test. Para algunos autores esta
observación apoya la hipótesis de la propagación de la convulsión entre
lóbulos como un mecanismo de deterioro de las habilidades dependientes
del lóbulo frontal. En lo referente a la memoria de trabajo los autores
observan lateralización subregional hemisférica, de forma que la
alteración de la memoria verbal se asocia con mayor activación del
cortex prefrontal ventrolateral izquierdo, mientras la memoria no verbal
se asocia con mayor actividad en el cortex parietal posterior y
prefrontal dorsolateral derecho.
Las evidencias de los estudios
neuropsicológicos como de neuroimagen parecen sugerir que en la
epilepsia del lóbulo temporal se pueden afectar tanto la memoria de
trabajo como la actividad ejecutiva. El estudio que se comenta hace
algunas consideraciones sonre el papel de la medicación anticomicial en
la actividad del lóbulo frontal, así el topiramato ejerce un efecto
depresor de la memoria de trabajo.
Dr. José Uberos Fernández
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