(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 14 de Mayo de 2007)
La duración del sueño activo y del sueño
tranquilo cambian a lo largo de toda la infancia. Durante el periodo
neonatal, desde la 30 semana de edad gestacional el seño activo ocupa la
mayor parte del sueño del recién nacido, se considera que ocupa
alrededor del 70% del tiempo de sueño del pretérmino y el 50% del sueño
del recién nacido a término, en el adulto el 25% del sueño es sueño
activo o REM, así denominado por que en esta fase tienen lugar
movimientos oculares rápidos. En el adulto la fase de sueño REM ocurre
al final de cada ciclo de sueño, comenzando por la fase de sueño
tranquilo de unos 70 minutos de duración y continuando por la fase de
sueño REM de unos 20 minutos.
En el recién nacido la fase de sueño de
REM, que ya hemos dicho ocupa la mayor parte del sueño, precede a las
otras etapas, esta fase del sueño se caracteriza además de por los
movimientos oculares, se caracteriza por movimientos corporales,
irregularidades en la frecuencia cardiaca y frecuencia respiratoria y
por un registro en el EEG con ondas theta-delta simétricas con
amplitudes de 30-50 μV.
Posteriormente se registra un aumento de las amplitudes y se sincronizan
las actividades cardiaca y respiratoria, esta fase transicional aboca a
una fase de sueño tranquilo donde disminuyen considerablemente todos los
movimientos corporales.
Determinadas patologías neonatales sólo tienen una trascendencia
clínico-funcional, no siendo posible demostrar alteraciones anatómicas o
estructurales en su inicio, de ahí la conveniencia de realizar estudios que
trasciendan al área funcional o de adaptación del SNC del recién nacido a su
entorno. En este contexto los estudios polisomnográficos se muestran de gran
utilidad para poner de manifiesto alteraciones. La polisomnografía comprende
el registro simultáneo de la actividad del SNC, actividad muscular,
frecuencias cardiaca y respiratorias. En A. M. Hernandez-Duarte, F.
Dominguez-Dieppa, M. C. Roca-Molina.
Neonatal polysomnography in newborn infants with
severe birth asphyxia. Rev.Neurol. 44 (7):392-396, 2007;
se estudian los trazados polisomnográficos de niños con asfixia, de forma
similar a lo referido por otros autores se comprueba que uno de los
elementos que se relaciona con daños cerebrales severos es la existencia de
invariabilidad en el trazado, aunque en el momento actual exusten todavía
controversias sobre el valor de la polisomnografía en la predicción de
secuelas neurológicas futuras.
Dr. José Uberos Fernández
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