La parálisis facial periférica es a menudo de causa desconocida o idiopática; en estos casos se califica como parálisis de Bell, atribuyéndose
a una hinchazón edematosa del nervio dentro del conducto de Falopio. Su
comienzo es agudo y se acompaña en su inicio de dolor retroarticular. El 80%
de pacientes se recupera a las 3 o 4 semanas. La aparición de signos de
denervación en el EMG a los 10-15 días, indica degeneración axonal y un
pronóstico de recuperación incompleta y con secuelas es en estos casos en
los que deberíamos valorar el tratamiento rehabilitador en sus diferentes
modalidades.
Durante la fase aguda de la enfermedad se administra como tratamiento
habitual prednisona (1 mg/kg de peso) por vía oral durante 6-10 días. La
descompresión quirúrgica del nervio, utilizada en otro tiempo, es en la
actualidad de dudosa eficacia y ha dejado de practicarse. En los casos en
que no se produce una recuperación espontánea, puede recurrirse a veces a
una anastomosis quirúrgica de los pares craneales IX o XII con la porción
distal del nervio facial, con resultados a veces muy favorables.
Los estudios disponibles en la actualidad revelan que el tratamiento médico
de la parálisis de Bell refleja algunas controversias en cuanto a la
eficacia del tratamiento habitual con prednisona a 1 mg/Kg. Algunos estudios
encuentran que los pacientes tratados con aciclovir + prednisona tienen una
recuperación mas precoz, especialmente cuando se administra en las primeras
72 horas de inicio del cuadro de parálisis. Las dosis de aciclovir
recomendadas oscilan sobre los 400 mg 5 veces al día, durante 7 días; en los
casos en que se asocia un síndrome de Ramsay-Hunt se recomiendan dosis de
aciclovir mas altas de hasta 800 mg 5 veces al día. En otro ensayo se
muestra que la administración de vitamina B12 a la dosis de 500 mg/dosis
como metilcobalamina, tres veces por semana durante 4-8 semanas mejora el
pronóstico de la parálisis facial.
En T. F. Shafshak.
The treatment of facial palsy from the point of view
of physical and rehabilitation medicine. Eura.Medicophys. 42 (1):41-47, 2006;
se analizan y discuten las diferentes modalidades de tratamiento
rehabilitador de la parálisis facial. Diversas modalidades de tratamientos
físicos ý test electrodiagnósticos han sido utilizados en la parálisis
facial; entre ellos se incluyen el test de excitabilidad minimal del nervio
y el test de estimulación maximal; ambos test pueden ser útiles para valorar
el pronóstico y el grado de degeneración axonal. Por su parte, la
electromiografía de los músculos faciales indica el grado de denervación o
reinervación.
Como mediadas de tratamiento físico se han recomendado el calor local
mediante rayos infrarrojos en sesiones de 15 minutos sobre los músculos
faciales, la estimulación eléctrica o os masajes. Los ejercicios musculares
previenen la atrofia muscular y mejoran la recuperación funcional.
Dr. José Uberos Fernández
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