domingo, 30 de abril de 2017

Colorantes alimentarios e hiperactividad en niños

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 12 de Marzo de 2008)

La relación entre ingesta de colorantes y aditivos alimentarios y el desarrollo de conductas hiperactivas en niños ha sido sugerido desde hace mas de tres décadas; en muchos de estos estudios se ha subrayado el papel del benzoato sódico en esta relación.
Recientemente D. McCann, A. Barrett, A. Cooper, D. Crumpler, L. Dalen, K. Grimshaw, E. Kitchin, K. Lok, L. Porteous, E. Prince, E. Sonuga-Barke, J. O. Warner, and J. Stevenson. Food additives and hyperactive behaviour in 3-year-old and 8/9-year-old children in the community: a randomised, double-blinded, placebo-controlled trial. Lancet 370 (9598):1560-1567, 2007; publican este ensayos clínico donde se administran a niños de dos grupos de edad (3 años y 8-9 años) tres intervenciones asignadas aleatoriamente en diseño cruzado y que consisten en dos mezclas de colorantes y aditivos o un placebo. La duración de la exposición es de 1 semana para cada intervención, dejando un periodo de lavado de 1 semana entre intervenciones.
La mezcla A de colorantes (5 mg de E-110, 2.5 mg de E-122, 7.5 mg de E-102, 5 mg de E-124 y 45 mg de benzoato sódico) administrada a niños de 3 años incluía 20 mg de colorantes artificiales, que en los niños de 8-9 años se incrementaba a una cantidad total de 24.8 mg de colorante. La mezcla B de colorantes (7.5 mg de E-110, 7.5 mg de E-122, 7.5 mg de E-104, 7.5 mg de E-129 y 45 mg de benzoato sódico) incluía para los niños de 3 años una cantidad total de 30 mg de colorantes, que se incrementaban los de 8-9 años a 62.4 mg de colorantes totales en los niños de 8-9 años.

 Este estudio plantea varias incógnitas de difícil solución. Por un lado, tan sólo un 20% de la población a la que propone participar en el estudio acepta formar parte del mismo, y menos de un 10% lo completaron, por otro lado, y ante un porcentaje tan alto de negativas en la participación, cabe plantearse qué condicionantes pudieron influir en los que finalmente decidieron participar, ¿Es posible que sólo aquellos padres que ya veían en sus hijos un comportamiento hiperactivo decidieran autorizar la participación de sus hijos?. Los test de hiperactividad podían haberse realizado tanto a los participantes en el ensayo como a los que no deseaban participar y comprobar de esta forma si ambos grupos eran comparables en esta variable al inicio. Pese a ello, los autores concluyen sobre la base de pequeñas diferencias (p<0.02) que los colorantes alimentarios incluidos en ambas combinaciones A y B contribuyen en el desarrollo de conductas hiperactivas en niños.
J. R. Barrett. Diet & nutrition: hyperactive ingredients? Environ.Health Perspect. 115 (12):A578, 2007; discute en su artículo algunos de los hallazgos del ensayo de McCann y cols. bajo el comentario de que las dosis admitidas en la Legislación europea son seguras y desde luego bastante inferiores a las autorizadas por los autores en su ensayo. En España la Reglamentación sobre aditivos y colorantes alimentarios esta recogida  en RD 2001/1995 de 7 de Diciembre. Las cantidades máximas permitidas en el citado RD de colorantes solos o en combinación no puede exceder los 100 mg/litro o Kg de alimento. En el ensayo citado no se especifica cual es la concentración final de las mezclas de colorantes pero supondría que por ejemplo a un niños de 3 años se le han administrado diariamente 300 ml de la solución B, volumen que puede ser complicado que lo tome. Lo único que cabe añadir a lo hasta aquí expuesto es que este ensayo clínico, en España hubiese tenido serias dificultades para ser autorizado por la Agencia Española del Medicamento.
   Dr. José Uberos Fernández

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