domingo, 30 de abril de 2017

Trastornos del sueño y epilepsia

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 21 de Septiembre de 2010)

   Aproximadamente el 40% de las convulsiones que ocurren en los síndrome epilépticos tienen  lugar durante el sueño. En ocasiones resulta difícil distinguir los trastornos del sueño de los episodios convulsivos y en opinión de muchos autores existe una marcada comorbilidad entre ambos procesos, yendo cada uno en detrimento del otro. Se ha podido documentar, tanto en modelos animales como humanos, el efecto activador del despertar y del sueño NREM sobre los fenómenos convulsivos. En el artículo de Raffaele Manni and Michele Terzaghi. Comorbidity between epilepsy and sleep disorders. Epilepsy Research 90 (3):171-177, 2010; se revisa la comorbilidad existente entre epilepsia y trastornos del sueño. La revisión de la literatura indica que la coexistencia de apnea obstructiva-sueño y epilepsia no es un hallazgo infrecuente. La prevalencia de apnea obstructiva-sueño entre pacientes epilépticos es del 10.2% en adultos y del 20% en niños. Sin embargo, la mayoría de los autores coinciden en que el diagnóstico diferencial entre las manifestaciones propias del síndrome apnea-sueño y la epilepsia puede presentar ciertas dificultades, los episodios de cianosis tras apnea, y los episodios paroxísticos motores después de la apnea pueden ser difíciles de diferenciar de los trastornos convulsivos epilépticos. La apnea obstructiva-sueño puede tener efectos negativos sobre el control de los episodios convulsivos, trastornos del humor, calidad de vida y función cognitiva. Algunos estudios han comunicado un porcentaje mayor del 30% de epilepsia refractaria entre pacientes que además padecián un síndrome de apnea-sueño. En estos pacientes el tratamiento de la apnea sueño con presión positiva continua en la vía aérea mediante cánula nasal mejora la actividad epileptiforme interictal en hasta un 50% de los casos. Se ha postulado que el síndrome de apnea-sueño puede facilitar un aumento de la actividad convulsiva a través de varios mecanismos, por un lado al aumentar el número de despertares durante el periodo NREM y al incrementar los periodos de sueño diurno. La fragmentación del sueño nocturno aumenta la frecuencia de convulsiones principalmente en aquellas epilepsias que se activan durante el despertar.
   También es una circunstancia conocida que los defectos cognitivos son frecuentes en la epilepsia, su intensidad y severidad varían dependiendo del tipo de epilepsia, medicación recibida.. Los pacientes con síndrome de apnea obstructivo-sueño en ocasiones desarrollan defectos cognitivos similares. En el horizonte de todos estas similitudes planea la cuestión de si los trastornos del sueño son causa o consecuencia del deterioro cognitivo de los pacientes con epilepsia. Distintas líneas de investigación observan que la muerte súbita es también mas frecuente entre los pacientes con epilepsia refractaria; en estos pacientes el papel de las comorbilidades del sueño tampoco esta claro. Se ha documentado una reagudización de un síndrome de apnea sueño después de una convulsión relacionada con el sueño con focalidad del lóbulo frontal. Los mecanismos por los que las convulsiones epilépticas pueden exacerbar un síndrome de apnea sueño no se conocen. Se postula que las convulsiones pueden facilitar la ocurrencia de apneas al inducir inestabilidad del sueño y favorecer los estadios 1 y 2 de sueño NREM. Por otro lado, la sola descarga epiléptica en los lóbulos frontal o temporal, bastan para inducir episodios de apnea.
Durante la infancia se ha documentado  coincidencia de parasomnias con epilepsia, aunque hay que decir que la coincidencia de parasomnias relacionadas con la fase NREM (sonambulismo, terrores nocturnos) y epilepsias es excepcional y lo habitual es que ocurran como episodios aislados. La coincidencia de epilepsia con parasomnias relacionadas con la fase REM es mas probable. 
 

Dr. José Uberos Fernández 
  

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