domingo, 30 de abril de 2017

Diagnóstico diferencial de la atrofia cerebelosa en edad pediátrica

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 17 de Febrero de 2009)

La atrofia cerebelosa es un hallazgo no específico en los estudios de neuroimagen de niños que se puede observar en muchos cuadros patológicos. El diagnóstico diferencial debe distinhuir necesariamente entre causas genéticas y causas adquiridas. Andrea Poretti, Nicole I. Wolf, and Eugen Boltshauser. Differential diagnosis of cerebellar atrophy in childhood. European Journal of Paediatric Neurology 12 (3):155-167, 2008; revisan los hallazgos de atrofia cerebelosa en neuroimagen de acuerdo con su curso clínico y criterios diagnósticos.
Atrofia cerebelosa
La atrofia en términos generales implica pérdida irreversible de tejido, ello puede representar el curso progresivo de una enfermedad o ser resultado de un evento aislado, como puede ocurrir en algunas intoxicaciones; en el caso de la atrofia cerebelosa se aprecia un tamaño normal del cerebelo con relaciones normales de las estructuras en fosa posterior, aunque se aprecia aumento en la profundidad de las fisuras. Sin embargo, el término hipoplasia cerebelosa describe un cerebelo compacto con volumen disminuido, las estructuras cerebelosas no se encuentran normalmente configuradas en la fosa posterior. La distinción entre hipoplasia y atrofia cerebelosa que no ofrece dificultad teórica en la práctica puede ser difícil ya que frecuentemente a la atrofia presente al nacimiento evoluciona muy lentamente durante los primeros años de vida y se asocia a ciertos grados de hipoplasia. La atrofia cerebelosa puede afectar a todo el órgano o sólo a vermis cerebeloso o hemisferios, aunque aún afectando al cerebelo en su conjunto suele ser mas marcada en el vermis cerebeloso. Tan sólo en la enfermedad de Unverricht-Lundborg, una forma de epilepsia mioclónica progresiva, están mas afectados los hemisferios que el vermis desde un principio.
Hipoplasia cerebelosa
El hallazgo de atrofia cerebelosa mas otra serie de hallazgos supratentoriales puede ayudar en el diagnóstico diferencial de una serie de síndromes:
Hipomielinización supratentorial:
  • Enhermedad de Palizaeus-Merzbacher.
  • Leucoencefalopatía con ataxia.
  • Hipomielinización-hipodontia.
  • Atrofia de gánglios basales y cerebelo.
Anomalías periventriculares progresivas de materia blanca:
  • Lipofucsinosis.
  • Enfermedad de Nieumann-Pick tipo C.
Afectación de gánglios basales:

  • Síndrome de Cockayne.
  • Trastornos mitocondriales.
Atrofias cerebelosas hereditarias. Existen una serie de trastornos de  base genética que cursan con atrofia cerebelosa. El listado de procesos es muy amplio, como se puede comprobar en la base de datos ONIM para trastornos hereditarios (http://www3.ncbi.nlm.nih.gov/omim/). Durante la realización de la resonancia magnética una señal en T2 hiperintensa es un hallazgo complementario de la mayoría de los trastornos hereditarios. Como puede suponerse este hallazgo no es patognomónico y puede observarse tambien en los trastornos mitocondriales y el síndrome de Marinesco-Sjögren.
Atrofias cerebelosas adquiridas. Se han descrito en recién nacidos prematuros extremos, la encefalopatía hipóxica-isquémica, esclerosis múltiple, formando parte de un síndrome paraneoplásico (enfermedad de Hodgkin, histiocitosis de células de Langhergans, síndrome de opsoclono-mioclono del neuroblastoma), secundaria a radioterapia, epilepsia crónica, malnutrición y tóxicos (fenitoína, tacrólimus, alcohol, metales pesados).
Atrofia cerebelosa unilateral. Estos procesos, aunque muy infrecuentes, tienen en común su base adquirida pretnatal, generalmente como resultado de una disrupción como puede ser una isquemia o hemorragia cerebelosa.
Existen una serie de procesos que cursan con manifestaciones clínicas de ataxia, donde la atrofia cerebelosa no es demostrable con pruebas de imagen, entre estos rocesos se incluyen: ataxia de Friedrich, ataxias congénitas no progresivas, deficiencia de vitamina E, enfermedad de Refsum, abetalipoproteinemia, síndrome de Angelman, síndrome de Rett.

Dr. José Uberos Fernández 

No hay comentarios:

Publicar un comentario