domingo, 30 de abril de 2017

Primera convulsión en niños: ¿Qué hacer?

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 6 de Junio de 2005)

La prevalencia de epilepsia en la población general según las series oscila entre 1.1-2.2%. Las convulsiones se pueden clasificar atendiendo a su forma de presentación o etiología. Según su forma de presentación distinguimos entre convulsiones generalizadas si se afectan todas las áreas del cerebro (ambos hemisferios) o parciales cuando tan sólo se afecta un porción del cerebro. La mayoría de las convulsiones ocurren cuando el paciente esta despierto, pero en un 25% de los casos ocurren durante el sueño. Las convulsiones parciales pueden ser subclasificadas en simples, cuando no hay pérdida de conciencia; o complejas cuando hay pérdida de conciencia.
Las convulsiones sintomáticas son aquellas que tienen una causa identificable, como un traumatismo craneoencefálico, trastorno metabólico, etc.
La evaluación de un paciente que ha tenido una convulsión debe detenerse en primer lugar en verificar la normalidad de los signos vitales y de que ha cesado la actividad comicial.
A la luz del artículo publicado por S. Shinnar, C. O'Dell, and A. T. Berg. Mortality following a first unprovoked seizure in children: a prospective study. Neurology 64 (5):880-882, 2005, surge la cuestión de cómo actuar ante un niño que presenta su primera convulsión no febril.

Es un hecho conocido que la mayoría de los niños que presentan un primer episodio convulsivo no vuelven a presentar un segundo episodio. Diversos informes han relacionado riesgo de muerte súbita o epilepsia intratable con convulsiones no tratadas; por otro lado, en estos niños la prescripción de un tratamiento anticomicial tiene indudables efectos sobre su nivel de adquisiciones cognitivas, esta es la razón que ha llevado a S. Shinnar y cols a estudiar de forma prospectiva la mortalidad en una cohorte de 407 niños que presentan una primera convulsión. En esta cohorte de estudio la mayoría de las muertes se producen en niños con alteraciones neurológicas de base. Los niños con una primera convulsión sin enfermedad de base muestran una mortalidad similar a los niños sin episodio convulsivo. Además en este trabajo se concluye que el tratamiento anticomicial tras una primera convulsión no altera la mortalidad a largo plazo. Sobre este respecto Mary L. Zupanc, publica en editorial en este mismo número de Neurology con el siguiente título: The first seizure in childhood: Don't just do something, stand there! Neurology 64:774-775, 2005. Así pues ante una primera convulsión en un niño sano lo indicado es no iniciar de entrada tratamiento anticomicial, lo que el título del editorial refiere: ¡estarse quieto!.
   La evaluación diagnóstica es sólo una urgencia si el niño presenta un estado epiléptico, en los restantes casos podrá ser demorado su estudio hasta ser visto en consulta. Los predictores de recurrencia en una convulsión aislada incluyen:
  • Lesiones del SNC.
  • EEG patológico.
  • Presentación durante el sueño.
  • Historia de convulsiones febriles previas.
  • Presentación de paresia de Todd.
Incluso en los niños que presentan una o dos crisis adicionales la mortalidad con o sin medicación anticomicial es muy baja. Estos hallazgos modifican parcialmente las recomendaciones de Comite de Estándares de la Academia Americana de Neurología que en su informe último publicado en el año 2003: D. Hirtz, A. Berg, D. Bettis, C. Camfield, P. Camfield, P. Crumrine, W. D. Gaillard, S. Schneider, S. Shinnar. Practice parameter: treatment of the child with a first unprovoked seizure: Report of the Quality Standards Subcommittee of the American Academy of Neurology and the Practice Committee of the Child Neurology Society. Neurology 60 (2):166-175, 2003, indicaba que el tratamiento de una primera convulsión disminuía el riesgo de recurrencia y aunque a largo plazo no se encontraba diferencias entre niños tratados y no tratados, se indicaba que el planeamiento de tratamiento anticomicial debería ser individualizado, valorando tantos antecedentes familiares y personales.

Dr. José Uberos Fernández

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