domingo, 30 de abril de 2017

Toxina botulínica y espasticidad infantil

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 29 de Marzo de 2007)

Podemos considerar a la espasticidad como la mayor responsable de la discapacidad del niño con parálisis cerebral infantil. Es la afectación de la motoneurona superior la responsable de la espasticidad, que no afecta a todos los músculos por igual, lo que origina un desequilibrio de fuerzas, que unido a la debilidad limita el movimiento articular. Con el tiempo, tendones y músculos se acortan, a la vez que los huesos continuan creciendo, apareciendo contracturas irreductibles y deformidades osteoarticulares, que a su vez obligan al paciente a adoptar posturas y movimientos anómalos.
Las opciones terapéuticas incluyen fármacos, fisioterapia, terapia ocupacional, ayudas ortopédicas, cirugía ortopédica, rizotomía posterior selectiva, ayudas técnicas para la movilización. En general se persigue tratar antes de que el acortamiento progresivo de músculos y tendones se haga fijo.
Se considera que el acortamiento del músculo es una consecuencia del tono muscular aumentado, se considera que la espasticidad interfiere con el desarrollo en longitud del músculo; por lo que se hacen precisos estiramientos del músculo durante varias horas al día para prevenir su contractura.
Se han comercializado dos tipos de toxina botulínica: A y B; aunque la utilizada mas ampliamente en clínica es la toxina botulínica tipo A. La toxina botulínica tipo A consta de dos cadenas proteicas unidas por un puente disulfuro. La cadena pesada sirve de unión a la membrana presináptica de la neurona colinérgica, la cadena ligera desacopla el mecanismo de libración de acetilcolina en la terminación persináptica. Desde el punto de vista fisiológico la toxina botulínica origina una denervación y atrofia muscular sin ocasionar fibrosis. El efecto clínico de la toxina botulínica oscila entre 3 y 6 meses, en este periodo se completa la reinervación.
En S. I. Pascual-Pascual, A. Herrera-Galante, P. Poo, V. Garcia-Aymerich, M. guilar-Barbera, I. Bori-Fortuny, P. J. Garcia-Ruiz, R. Garreta-Figuera, G. Lanzas-Melendo, I. de Miguel-Leon, F. Miquel-Rodriguez, F. Vivancos-Matellano, and Espasticidad G. Espanol de. [Guidelines for the treatment of child spasticity using botulinum toxin.]. Rev.Neurol. 44 (5):303-309, 2007; se publica un protocolo de actuación en espasticidad infantil con toxina botulínica.
Para que la toxina botulínica sea efectiva la contracción debe ser reductible, además debe actuarse sobre grupos musculares concretos, siempre con la limitación que impone la dosis total administrada. Debemos estar seguros que el problema de movimiento depende de la espasticidad y no de la debilidad de los músculos antagonistas. Una vez administrada la toxina botulínica debe asegurarse el estiramiento de los grupos musculares durante al menos varias horas al día. Como norma general los principios que van a regir la indicación de tratamiento con toxina botulínica deben girar en torno a tres consideraciones:
  • Contractura reducible y afectación de algunos músculos.
  • Persistencia de funcionalidad del miembro, que previsiblemente pueda mejorar al disminuir la espasticidad o la distonía.
  • Compromiso de realizar fisioterapia o terapia ocupacional simultáneamente.
El objetivo de la administración de toxina botulínica es introducirla en los puntos con mayor densidad de uniones neuromusculares que a efectos prácticos suele coincidir con el vientre del músculo. Sin embargo, en los músculos pequeños es preciso recurrir a control electromiográfico antes de la inyección. En todos los casos se recomienda diluir el botox en 1-2 ml de suero fisiológico.
Las limitaciones de la administración de toxina botulínica vienen dadas por la dosis letal que en el ratón se ha fijado en 80 U/Kg de Botox®, escape de la toxina botulínica fuera del músculo inyectado, desarrollo de anticuerpos neutralizantes. La resistencia a la toxina botulínica por desarrollo de inmunidad frente a la misma esta en relación con las dosis empleadas y el número de sesiones previas.
En el momento actual se desconocen tanto el número máximo de sesiones admisibles como la edad de finalización del tratamiento. 

Dr. José Uberos Fernández

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