domingo, 30 de abril de 2017

Toxina botulínica para la cefalea crónica incapacitante

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 25 de Abril de 2011)


La cefalea crónica con periodicidad diaria afecta al 2% de los niños en edad escolar, de estos se considera que el 25% pueden tener algún tipo de desadaptación a consecuencia de la cefalea, afectándose la relación con familiares amigos, la atención escolar y actividades extraescolares. Los síntomas oscilan desde una crisis de cefalea grave, cefalea continua, cefalea poco intensa o una combinación de todos estos tipos. En los casos de cefalea continua diaria, las opciones terapéuticas incluyen beta-bloqueantes, antagonistas de los canales de calcio, antidepresivos, antiinflamatorios no esteroideos y algunos antiepilépticos. En adultos se han realizado algunos ensayos clínicos fase III que evalúan la utilidad de la toxina botulínica en la cefalea crónica diaria con gran repercusión en la actividad del paciente. La toxina botulínica tipo A es una neurotoxina que cuando es inyectada inhibe la liberación de acetilcolina en la unión neuromuscular. Su efecto antiálgico deriva de la inhibición de mediadores nociceptivos como glutamato, sustancia P y el péptido relacionado con la calcitonina. Estudios preliminares sugieren que la toxina botulínica puede ser útil en el tratamiento de la cefalea crónica de la población pediátrica. En Karman Ahmed, Kimberly Hall Oas, Kenneth J. Mack, and Ivan Garza. Experience With Botulinum Toxin Type A in Medically Intractable Pediatric Chronic Daily Headache. Pediatric Neurology 43 (5):316-319, 2010; se publican los resultados de un ensayo sobre 10 pacientes donde se administran 100 U de toxina botulínica tipo A, repartido en los puntos de la figura. Las edades estaban comprendidas entre los 11 y 17 años. En los 10 pacientes se identifican trastornos en los patrones del sueño, hallazgo habitual en los pacientes con cefalea y en todos los casos se ensayaron una media de 8 tratamientos previos diferentes sin resultados. Los efectos adversos descritos incluyen sensación de rubor en 2 pacientes y parestesia en uno. Después de la inyección el 40% experimenta una mejoría de los síntomas significativa. La toxina botulínica se dosificó a intervalos de 3 meses. Si bien en adultos esta indicación parece probada y efectiva, la seguridad de la toxina toxina botulínica para esta indicación en niños esta por establecer, se precisan mas estudios al respecto
 


Dr. José Uberos Fernández

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