domingo, 30 de abril de 2017

Efectividad del screening en el retraso de las adquisiciones del lenguaje

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 21 de Junio de 2006)

El desarrollo en las adquisiciones del lenguaje se considera un indicador del desarrollo cognitivo del niño. Se han descrito diversos tipos de alteraciones que afectan a una o a varias facetas del desarrollo del lenguaje:

  • Articulación: Producción de los sonidos que componen las palabras.
  • Disfluencia: Flujo interrumpido en la pronunciación de las palabras (tartamudeo).
  • Lenguaje expresivo.
  • Lenguaje: Proceso conceptual de comunicación, que puede ser receptivo o expresivo.
  • Morfología: Reglas que afectan a la construcción de las palabras o frases.
  • Fonología: Reglas para la producción de los sonidos.
  • Pragmatismo: Adaptación del lenguaje al contexto social.
  • Prosodia: Entonación ritmo, silencio entre palabras.
  • Lenguaje receptivo: Comprensión del lenguaje.
  • Semántica: Significado de los signos linguísticos que forman parte de un idioma.
  • Discurso: Organización verbal del lenguaje.
  • Sintaxis: Elementos lingüísticos que permiten formar frases en el contexto de un idioma.
  • Desordenes vocales: Dificultad para pronunciar sonidos que componen determinadas palabras.
En el desarrollo del lenguaje se detectan dos etapas: etapa prelinguística o preverbal y etapa lingüística o verbal.
Durante la etapa preverbal las necesidades homoestásicas y afectivas del RN serían difíciles si no dispusiera de programas que le permitieran generar y decodificar señales eficaces. Se incluyen en esta epata la prosodia y mímica universal,  el gorjeo y balbuceo, y la emisión de los primeros bisílabos (desarrollo fonológico) entre los 8 y 18 meses, unas veces directamente pasando del balbuceo a los bisílabos, otras alternando balbuceo y bisílabos y otras tras un período de silencio hiatus fonético en que el niño llega a preocupar porque no habla nada, hasta que súbitamente inicia las primeras palabras. Existen una serie de mecanismos apoyados en la básica dotación innata que facilitan el desarrollo fonológico:
  • Los analizadores exteroceptivos, le permiten al niño distinguir los más finos rasgos de los fonemas que oyen.
  • Analizadores propioceptivos que permiten no solo oír los sonidos emitidos por él, oyéndose a sí mismo, sino lo que es más importante, identifica sus propios sonidos innatos del balbuceo con los que él oye. Curiosamente, lo que el niño oye es lo mismo que él emite.
  • Analizadores cinestésicos y cinéticos. Interactúan controlando los esquemas motóricos subconscientes que memorizan y graban en sus circuitos cinestésico-cinéticos de su memoria fonológica permitiendo su autocorrección y repetición.
El déficit de algunos de estos mecanismos sería causa del fallo del desarrollo fonológico.
Durante la etapa verbal ocurren el desarrollo morfosintáctico con la adquisición de la sintaxis.
Durante el periodo preescolar (niños de 2 a 5 años) la prevalencia de estos trastornos se estima en 5-8%. Los factores de riesgo de retraso de la vocalización o el lenguaje identificados con mas frecuencia son la existencia de antecedentes familiares al respecto, la existencia de factores de riesgo perinatal y sexo masculino. H. D. Nelson, P. Nygren, M. Walker, and R. Panoscha. Screening for speech and language delay in preschool children: systematic evidence review for the US Preventive Services Task Force. Pediatrics 117 (2):e298-e319, 2006; evalúan mediante una revisión sistemáticas las evidencias existentes sobre la utilidad del screening de los trastornos del lenguaje en diferentes edades. De los diversos instrumentos disponibles para valorar los trastornos de la vocalización y el lenguaje queda patente en las revisiones sistemáticas disponibles hasta la fecha la gran variabilidad en la sensibilidad y especificidad de estos elementos de screening. Los estudios sobre intervención en el desarrollo del lenguaje en niños de 2 a 5 años muestran mejoras significativas en el lenguaje receptivo y expresivo. Las mismas actuaciones en niños mayores y adolescentes obtienen resultados menos satisfactorios en lo relativo al desarrollo del lenguaje receptivo.
Dentro de los trastornos expresivos, el retardo madurativo. Constituye el motivo más frecuente de consulta. El desarrollo psicomotor es normal y no existen problemas neurológicos. El retardo de las primeras palabras, que ocurre alrededor de los 2 años y primeras combinaciones sintácticas hacia los 3 años. La sintomatología está protagonizada por la lentitud en la adquisición de nuevos fonemas, la abundancia y persistencia de las dislalias y el retraso en el dominio del léxico. La comprensión semántica, sintaxis e incluso pragmática no se afectan o lo hacen en grado mínimo. Se trata de un proceso con buena evolución y normalización del lenguaje hacia los 5 años. Orienta en su diagnóstico la existencia de los siguientes datos: a) Comprende órdenes antes del año (palmas, palmitas, etc). b) Primeras palabras después de los 2 años pero antes de los 3. c) Pese a las dislalias los fonemas que domina los realiza con un acento bueno y sin distorsiones. d) Mantiene una actitud comunicativa. De progresión mas lenta que el retardo madurativo, pero igualmente de buen pronóstico es la disfasia benigna, en ella las primeras palabras ocurren a los 3 años, las primeras combinaciones sintácticas a los 4 años y la normalización del lenguaje entre 7 y 8 años.
Los trastornos receptivos son menos frecuentes pero mas graves que los trastornos expresivos. Existe un fallo de los mecanismos decodificadores verbales, lo niños oyen pero no comprenden lo que oyen (agnosia verbal). La capacidad de comprensión del lenguaje puede ser nula, sin embargo en su entorno nadie duda de su agudeza auditiva. Se trata de un conjunto de procesos donde lo que se altera es la comprensión verbal, es decir el paso del lenguaje al pensamiento, cuadros con un denominador común -la agnosia verbal- pero con sutiles matices y diferencias según el nivel afectado.
Dr. José Uberos Fernández

 

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